JAHANBEGLOO
¿Puede hacerse un paralelo entre
el personaje de Bazarov y algún personaje de Los endemoniados?
BERLIN
No, porque Dostoievski realmente
odiaba a los radicales. Usted sabe que él mismo lo fue antes de 1849. Lo cierto
es que empezó a pensar que eran materialistas destructivos que trabajaban
contra la salvación del hombre por la fe cristiana; una fuerza satánica. Cuando
oyó que Netchaiev estaba envuelto en el asesinato de un miembro de su propio
partido, sin duda un traidor, pero en realidad porque pensaba que la
complicidad en un crimen cohesionaría al grupo, se convenció de que en aquello
iban a caer todos los revolucionarios. Los endemoniados es una referencia al
Nuevo Testamento: Cristo hace que el diablo posea a los canallas gadarenos, y
éstos se ahogan. De ese texto tomó Dostoievski el concepto de endemoniados.
Pensaba que los revolucionarios pueden llegar a infectar a la gente común de
locura satánica, llevándola a destruirse inevitablemente. La revolución, para
Dostoievski, era un cami-o hacia la autodestrucción, y Netchaiev un ejemplo
extremo de las consecuencias últimas del pensamiento revolucionario: mentiras,
perversión moral, asesinato, pecado contra el Espíritu Santo, deshumanización
total.
JAHANBEGLOO
Parece que Dostoievski hubiera
profetizado el advenimiento de la Revolución rusa y el stalinismo.
BERLIN
Así es. Estoy seguro de que
habría reaccionado igual que Solzhenitsin. Solzhenitsin se cree Tolstoi, pero
se parece mucho más a Dostoievski.
JAHANBEGLOO
¿Por qué denunció Dostoievski a
Turgueniev?
BERLIN
Porque lo consideraba occidental
y, por tanto, traidor a las aspiraciones del espíritu ruso. En Baden-Baden se
lo dijo. Turgueniev era un liberal, un miembro de la intelligentsia, mientras
que la salvación estaba únicamente en la Santa Rusia.
JAHANBEGLOO
¿Cómo es que nunca ha escrito
usted sobre Dostoievski?
BERLIN
Me doy cuenta de que es un genio,
pero no me identifico mucho con su filosofía de la vida; es demasiado religioso
para mí, y encima clerical. Además, leer a Dostoievski me amedrenta: puede
llegar a dominarme totalmente. De pronto uno se encuentra en una pesadilla, el
mundo personal se le vuelve obsesivo, siniestro, y uno quiere escaparse. No
quiero escribir sobre esto. Es demasiado fuerte, demasiado oscuro para mí. Soy
irremediablemente secular. El cristianismo de Dostoievski es de esa clase en
que la santidad limita con la locura.
JAHANBEGLOO
¿Como en Kafka?
BERLIN
No. Kafka es más compasivo. Es
más realista. En Kafka todo está descrito con cierta ironía y los objetos son
de lo más naturales. Dostoievski es como una lupa. Si uno pone una lupa sobre
un papel a la luz, lo chamusca. El papel se distorsiona. Lo mismo hace
Dostoievski con la realidad. La luz es tan fuerte que quema. Esto lo dijo el
crítico Mi-jailovski, que llamó a Dostoievski "talento cruel", y es
cierto. Hay momentos en que es demasiado salvaje, como D. H. Lawrence o Knut
Hamsun.
JAHANBEGLOO
Bueno, es la luz del genio.
BERLIN
No, es el fuego. Distorsiona la
realidad.
JAHANBEGLOO
¿Está de acuerdo con Sergei
Bulgakov, cuando sostiene que las novelas de Dostoievski expresan el dolor
moral y la enfermedad de la conciencia de la intelligentsia rusa?
BERLIN
No estoy de acuerdo. Porque yo
estoy de parte de la intelligentsia rusa -gente esencialmente sana, aunque
inquieta- y contra Bulgakov. En un tiempo Bulgakov había sido uno de ellos,
pero se convirtió. La observación a que usted alude la hizo después de hacerse
cura. Tras la Revolución de 1905, los que buscaban la salvación espiritual se
dieron a pensar que la intelligentsia rusa se había equivocado; para ellos 1905
fue una especie de bancarrota. Habían empezado en la izquierda y se volcaron
bruscamente a la derecha, contra las reformas radicales, contra toda acción
política; y se volvieron hacia sí mismos, buscando salvarse mediante la
transformación individual.
JAHANBEGLOO
¿De ese modo cambió Berdiaiev?
BERLIN
Sí.
Isaiah Berlin en diálogo con Ramin Jahanbegloo, Anaya & Muchnik, 1993, pp. 224.